sábado, 15 de agosto de 2009

¿CURAR O SANAR?



Es muy importante que cuando trabajemos en la curación de nuestro cuerpo tengamos perfectamente clara la diferencia entre curar y sanar.
Como ya se ha dicho en otras ocasiones, se puede estar sano, aún en un cuerpo enfermo. Pero ¿qué es lo que realmente significa esto?

El concepto de "curar" es bien conocido. Cuando nuestro cuerpo enferma, es decir, pierde el equilibrio físico, buscamos ayuda a través de los médicos o los terapeutas. Estos, a su vez, nos prescriben medicamentos o terapias que nos ayudarán a restablecernos. Esta ayuda viene totalmente de "fuera de nosotros". Cuando recurrimos permanentemente a este tipo de ayuda para curarnos corremos el riesgo de convertirnos en seres totalmente irresponsables de lo que nos pasa. "Me enfermo... voy al doctor. El que se encargue de mí".

El concepto de "sanar" es mucho más amplio que el de curarse. Sanar significa volver a recuperar nuestra plenitud y el equilibrio en todos los sentidos y viene de "dentro de nosotros". Sanar comienza con una decisión personal de responsabilizarnos de nosotros mismos. Implica esforzarnos, disciplinarnos, amarnos.

Para curarse físicamente y a largo plazo o, mejor aún, de forma definitiva, necesitamos sanar.
Si actualmente padeces alguna enfermedad física considera primero sanar. Decide vivir y vivir saludable. Haz lo que esté en tus manos para lograr el equilibrio entre tus partes emocional, física, mental y espiritual y seguramente verás cambios importantes.

jueves, 13 de agosto de 2009

INFANCIA Y CANCER

Las emociones tienen efectos a largo plazo en el cuerpo. Cuando éstas han sido repetitivas, negativas y muy intensas, pueden estar relacionadas con el cáncer. Al menos eso dicen investigadores que se han centrado en el cáncer de seno.

Repetidas observaciones han mostrado que una infancia traumática, llena de abusos es un patrón consistente entre las mujeres enfermas de cáncer de seno.

Con esto ellos (ni yo) queremos decir que las emociones negativas causan cáncer, pero aparentemente sí hay una relación.

Yo creo que, con abusos o sin ellos, es muy importante sanar nuestro pasado. No podemos hacer nada para cambiarlo, pero sí podemos sanarlo. Trabajar con nuestro niño interior, con frecuencia maltratado aún en nuestra adultez, liberando las emociones que se han acumulado en nuestro cuerpo, perdonando a quienes nos lastimaron pueden ayudarnos a sanar y, por qué no, a evitar una enfermedad grave.

En los próximos artículos iremos tratando algunos otros factores emocionales relacionados con el cáncer.

Afirmación: "Sanando mi pasado, sano mi presente".