jueves, 10 de septiembre de 2009

Pensamientos, emociones y cáncer

Dado el interés que genera el tema del impacto entre los pensamientos, las emociones y las enfermedades, continúo con el tema del cáncer y el perfil emocional y mental de los pacientes, interpretándolos desde el punto de vista de Louise L.Hay.

Ya son muchos los estudios en diferentes partes del mundo que de alguna manera han "sugerido" cierto patrón conductual en los pacientes. Por ejemplo, en 1988 (Eysenck, Grossasrt-Maticeck y Vetter) se presentó un estudio en el que se predecía la muerte por cáncer o enfermedad coronaria, encontrándose una alta incidencia de muerte por cáncer en personas que:

1. Sobrevaloran emocionalmente un objeto, de tal manera que su mundo y su felicidad depende de ello.
Este punto concuerda en gran parte con las propuestas de Louise L. Hay en el sentido de que al "volcarnos" hacia alguien o algo externo a nosotros, nos dejamos de amar y por lo tanto nos dejamos de cuidar (en todos los sentidos). La infelicidad, desde su punto de vista, se debe en gran parte a la dependencia que tenemos de otros para ser felices, porque la verdadera felicidad comienza dentro de cada uno de nosotros.
Comienza a amarte tú, a preocuparte por tí, a tomar decisiones personales que te hagan feliz y tu cuerpo te lo agradecerá porque seguramente tenderá a estar más saludable. Y no solamente eso, los que te rodean también estarán más contentos con una persona como tú.
En este estudio también hablan de la falta de autonomía, que, desde mi punto de vista va ligado directamente con este punto.

2. Estrés. En este estudio se refieren al estrés que se genera al retirar la falsa "fuente de nuestra felicidad". Perdemos todo, el mundo se abre a nuestros pies, todo se derrumba a nuestro alrededor, o al menos así lo interpretamos.
Cuando trabajamos con verdadera fe en los decretos positivos, el nivel de estrés se reduce tremendamente, no solamente el provocado por esta razón sino por muchas otras que son igual de dañinas.
Claro que ésta es una de las múltiples herramientas que podemos manejar para controlar el terrible mal del estrés. Entre otras también se cuentan la meditación, el ejercicio físico, la escritura terapéutica, el arte, la visualización creativa, técnicas de liberación de emociones, etc.

3. Actitud de desamparo, fracaso y desesperanza. Nos encontramos aquí de frente con los pensamientos negativos.
En este caso, de nuevo, podemos echar mano de las técnicas de afirmación positiva para paliar o definitivamente corregir nuestra forma de pensar, buscando tener pensamientos que nos ayuden a estar más sanos.

POR FAVOR TOMA NOTA: ESTE ARTÍCULO ES MERAMENTE UNA INTERPRETACIÓN DE UNA FILOSOFÍA DE VIDA, DE NINGUNA MANERA CONSTITUYE UN TRATAMIENTO NI PARA EL CANCER NI PARA OTRAS ENFERMEDADES.

En los siguientes artículos, abordaremos el simbolismo del cáncer.